Ubicado entre los balnearios de Punta del Diablo y La Coronilla, este parque de más de tres mil hectáreas resulta ideal para visitar en familia. Los más pequeños de la casa, se fascinarán con el refugio silvestre donde habitan aves en peligro de extinción, junto a otras especies de mamíferos y reptiles. Pasarelas y puentes colgantes, juegos infantiles, además de un gran sombráculo, invernáculo y acuario forman parte de los atractivos.
En el predio hay diversos servicios como supermercado, restaurantes, panadería, servicio médico de urgencia y una extensa zona de camping. La Fortaleza de Santa Teresa es uno de los atractivos más visitados dentro del parque. Fue creada en 1762 por los portugueses y propone un viaje en el tiempo a la época colonial. Uno de los lugares preferidos por los más pequeños es la sala en donde se exhiben maquetas de las distintas fortalezas que hubo en Uruguay.
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A cuarenta y cinco minutos de la Fortaleza de Santa Teresa se encuentra el Fuerte de San Miguel. Hecha por iniciativa de los españoles, fuerzas portuguesas lo tomaron en 1737 y le dieron su diseño definitivo, que se conserva en perfecto estado. Detrás del puente levadizo, se atesora una colección histórica y se reproducen los ambientes donde vivieron sus ocupantes españoles y portugueses.
A su alrededor se ubica el cementerio histórico, un hermoso parque con vegetación nativa y el museo Horacio Arredondo, donde se exhibe una diligencia de 1816, una carreta de 1880, un típico rancho de barro y otros elementos propios de la vida de campo. Muy cerca del fuerte, se encuentra el Fortín de San Miguel, un encantador hotel de campo donde es posible quedarse a dormir o a almorzar comidas típicas. A menos de diez minutos, se encuentra el Chuy, tradicional paseo de compras fronterizo.
Duración: dos días
Destino: Santa Teresa, Chuy, Rocha